Múltiple y el trastorno de personalidad

En Múltiple (Split, 2017) el director M. Night Shyamalan (El Sexto Sentido, El Protegido) nos trajo a uno de los antagonistas más memorables de los últimos años: Kevin Wendell Crumb. Lo que verdaderamente nos atrajo de este personajes fue ese peculiar trastorno de personalidad múltiple que hacía que Kevin conviviese con otras veintitrés personalidades distintas dentro de su propio cuerpo a cada cuál más insólita. Este personaje (interpretado de forma magistral por James McAvoy) y su trastorno de personalidad nos dejó a todos profundamente fascinados, pero ¿de verdad es posible una alteración como esta en la vida real? ¿Existen casos documentados tan extremos como el que padece el personaje de James McAvoy en esta película? En Correos Film Festival vamos a hablar sobre ello con el fin de descubrir hasta dónde se puede llegar con un trastorno esquizofrénico de este tipo y en qué otras películas hemos conocido casos iguales o bastante parecidos.

Otros personajes de películas con trastornos de personalidad

A lo largo de la historia del cine hemos podido encontrarnos con multitud de personajes que padecen este trastorno. Uno de los más famosos es, sin lugar a dudas, Norman Bates. El antagonista principal de Psicosis (1960) convivía en su interior con la personalidad de su difunta madre.
Si nos dirigimos hacia el género de comedia podemos recordar también a Jim Carrey encarnando a Charlie en Yo, yo mismo e Irene (2000), un policía diagnosticado de este trastorno que compartía cuerpo con Hank, una versión de sí mismo menos acobardada y, en muchas ocasiones, demasiado vulgar y molesto.

Stanley Ipkiss en La Máscara, Norman Osborn en Spiderman o Jack Napier en Batman antes de convertirse en el famoso Joker son algunos más de los ejemplos que podemos encontrar en el cine.

Casos insólitos reales de trastornos de personalidad

Aunque algunos de los sucesos que ocurren en Múltiple pueden ser difíciles de creer, existen casos documentados de trastornos de personalidad increíblemente insólitos como el de Kim Noble, quien convive con otras 99 personalidades diferentes dentro de un mismo cuerpo.
Otro de los casos más sonados relacionados con el trastorno de identidad disociativo es el de Louis Vivet, una de las primeras personas en ser diagnosticadas y que, tras sufrir un traumático encuentro con una serpiente, su mente desarrolló diferentes personalidad dentro de su cuerpo. El caso de Louis Vivet inspiró a Robert Louis Stevenson a escribir una de las novelas de terror más famosas de la historia: Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

Trastornos de personalidad. Causas y síntomas

Los trastornos de personalidad suelen darse durante la adolescencia o a comienzo de la edad adulta debido a la incapacidad de una persona a enfrentarse o adaptarse a diversas situaciones cotidianas. Aquellos que lo padecen manifiestan pensamientos, sentimientos o comportamientos totalmente ajenos y diferentes a su forma de actuar normalmente. Este tipo de reacciones suelen tener una larga duración y pueden llegar a ser un serio problema para la sociedad ya que, algunas de estas personalidades, son totalmente opuestas a vivir en armonía con los demás.
A menudo, a modo de tratamiento, una persona que padezca trastorno de identidad disociativo puede llegar a ser ingresada en un hospital psiquiátrico en el que será tratado semanalmente con terapia buscando como objetivo una organización del rol o los diferentes roles de cada personalidad.

Factores de riesgo en trastornos de personalidad

Gran parte de los pacientes diagnosticados de trastorno de personalidad tienen diferentes factores en común como, por ejemplo, que han sufrido abusos o malos tratos en su infancia o adolescencia. Muchas de estas personalidades surgen por la incapacidad de la persona a enfrentarse a situaciones de alto estrés, presión social o vivir un shock traumático.

Algunas asociaciones en España como AMAI TLP ayudan a personas con trastornos de este tipo y aunque en el cine y la televisión muchos personajes que los padecen nos han dado muy buenos momentos la verdad es que no es nada fácil vivir con este tipo de condición ya que, como hemos comentado anteriormente, muchas veces dificulta al máximo la integración social.